jueves, 5 de marzo de 2015

Más árboles para Amunategi


El pasado domingo llevamos a cabo una nueva jornada de voluntariado corporativo, en esta ocasión con trabajadores y clientes de Kutxabank. Como ya os hemos comentado en entradas anteriores, desde el año 2010 Kutxabank colabora y financia diferentes actividades de conservación y restauración de nuestros bosques autóctonos, además de dar un paso más en la puesta en valor de estos ecosistemas gracias a la herramienta del voluntariado corporativo, ofreciendo a sus trabajadores y clientes la oportunidad de aportar su pequeño granito de arena con la realización de diferentes actividades de voluntariado, siendo así partícipes de todas las etapas necesarias para la creación del futuro Bosque Kutxabank.

En el año 2011, la Fundación Lurgaia adquirió por medio de la herramienta de la Custodia del Territorio, en este caso con la opción de adquisición del mismo, un terreno en Kataska en las faldas del Monte Mugarra en pleno Parque Natural de Urkiola (Durango, Bizkaia), para que en años venideros, el trabajo voluntario tanto de clientes como de trabajadores de la caja, diera sus frutos y se convirtiera en el primer Bosque Kutxabank. Después de múltiples jornadas de mantenimiento, limpiezas y plantación, el pasado 2014 tuvo lugar la última plantación en Kataska, con 300+1 ejemplares, donde el UNO era especialmente significativo, dado que se trataba de un regalo realizado a la Fundación Lurgaia, un precioso tejo (Taxus baccata) de unos 10 años de edad (a pesar de su pequeño tamaño no levantaba ni un palmo de altura), y que fue plantado al final de la jornada por los más pequeños.

Después de dar por terminada la restauración del terreno de Kataska, en esta ocasión la intención era colaborar con la fundación en un proyecto en marcha y ¿qué mejor que el arroyo Amunategi en Urdaibai?. Nuestro destino fueron varios de los terrenos custodiados por la Fundación Lurgaia en el barrio de Axpe (Busturia, Reserva de la Biosfera de Urdaibai, Bizkaia), dentro del proyecto "Restauración ecológica del Arroyo Amunategi". El objetivo era continuar con los trabajos de restauración ecológica en dicho arroyo, donde desde el año 2003 se están llevando a cabo con la colaboración imprescindible del voluntariado ambiental. Gracias a las actuaciones que se han venido realizando hasta la fecha, se está recuperando el bosque autóctono en cerca de 29 hectáreas, repartidos a lo largo de 20 terrenos gestionados por medio de la herramienta de la custodia del territorio, incluyendo nuevos eucaliptales de reciente adquisición y que se han sumado al proyecto. A pesar de que este arroyo posee múltiples figuras de protección, las actuaciones que se están llevando a cabo son muy importantes para la conservación y restauración del bosque autóctono en dicho entorno, como el bosque mixto, el encinar cantábrico o el bosque de ribera, así como la conservación de especies amenazadas que habitan en él, entre otras, el Visón europeo (Mustela lutreola), la endémica Rana patilarga (Rana iberica), cuya mejor población del País Vasco se encuentra localizada en este pequeño arroyo, o el helecho paleotropical Woodwardia radicans.



El arroyo Amunategi estaba precioso con tanta agua


Después de armar a los cerca de 40 voluntarios que acudieron a la cita con guantes, herramientas y planta, nos dirigimos río arriba hacia el terreno a plantar. Por el camino, diferentes paradas servían para ir poco a poco dando a conocer el proyecto, las actuaciones realizadas hasta la fecha, la importancia de las mismas y las actuaciones en las que ellos iban a colaborar. Una vez en el terreno, la clase teórico práctica de cómo plantar un árbol no podía faltar, y por supuesto, nada de plantar en líneas rectas bajo la amenaza de castigo sin pintxo de tortilla!!!. Por delante, 425 ejemplares autóctonos de roble, fresno, serbal de los cazadores, cornejo y espino, y todo con garantía de origen genético.



Antes de empezar, como siempre, todas las explicaciones pertinentes... y ¡¡¡a currar!!!



Un gran trabajo de los voluntarios



Ya de vuelta, hicimos una parada para dar a conocer un elemento singular localizado en uno de los terrenos en custodia, un hermoso y bien conservado calero, gracias al trabajo que realizamos durante una jornada de voluntariado ambiental en 2007 para la eliminación de las basuras de su interior. Los caleros, que se extendieron en el País Vasco en el siglo XVIII, son hornos en donde se quemaba la caliza para convertirla en cal viva. Ésta se utilizaba para muchas cosas, en la construcción, como abono, para curar heridas al ganado, para blanquear paredes, entre otras.




Como siempre, los voluntarios hicieron un trabajo excelente, y qué mejor que acabar el día con un rico hamaiketako... 



¡¡¡Muchas gracias a todos!!!



Os recordamos que, si ya sois clientes de la BBK/Kutxabank, podéis colaborar con la Fundación Lurgaia por medio de la nueva Visa Nakar BBK Lurgaia. Solo tenéis que solicitarla en vuestra oficina BBK más cercana y de este modo, y sin daros cuenta, nos estaréis ayudando en la conservación del medio ambiente.





Además..., 
la campaña "CONTIGO MÁS ÁRBOLES" sigue abierta, otra manera más de colaborar con la Fundación Lurgaia



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