Nueva jornada y nuevas caras. 17- 02 - 2019

El domingo nos reunimos un buen grupo de voluntarias y voluntarios en Undabaso, para seguir con lo nuestro: recuperar el bosque autóctono en Bizkaia.

Cada convocatoria tiene más éxito que la anterior y es muy ilusionante ver cómo el boca a boca nos ayuda. Una semana antes de la jornada ya eran más de 70 las personas apuntadas y tuvimos que pararnos ahí pero las inscripciones ¡superaron las 100!. Lamentablemente, no tenemos capacidad para gestionar un grupo tan grande y, además, tampoco resulta operativo. No nos gusta tener que decir que no a alguien que quiere ayudar, pero es una señal estupenda, la verdad.

Además, el pronóstico del tiempo era favorable y fueron muy pocos los que faltaron a la cita. Como siempre, comenzamos en la iglesia de Ibarruri con las explicaciones, ya que fueron muchos los voluntarios que venían por primera vez. Así que explicamos nuestro proyecto a aquellos que no nos conocían.

Nos dirigimos hacia el terreno elegido para esta ocasión, una zona que, hasta hace muy poco, era una plantación de pinos y que, gracias a nuestra campaña de crowdfunding del año pasado, ya no lo será más.

El acceso es a prueba de deportistas: muy bueno para los cuádriceps. Pero para que la cosa esté compensada, llevando un poquito de material y así se ejercitan los brazos también. Se trata de un valle rodeado de laderas en pendiente. Además, los restos de corta no facilitaban la labor. 

Muchas veces nos preguntan si no es mejor eliminar esos restos. Pero se trata de un aporte de madera muerta que, aunque resulte paradójico, traerá más vida: insectos xilófagos que atraerán a otros insectos, que atraerán a las aves y así continuando hacia arriba por toda la cadena trófica.

Nos dividimos en dos grupos. Primero, los voluntarios más experimentados, tras un breve recordatorio de las instrucciones para la jornada, se dispersaron por las zonas más alejadas con sus ejemplares para plantar. Y un segundo grupo, con todas las personas nuevas que se acercaron a conocernos, se dedicó a las zonas más cercanas. 

El goteo de gente volviendo a pedir más planta era incesante. El resultado final fueron unos 300 ejemplares entre robles, fresnos, abedules, arces, perales silvestres, castaños y cornejos.

Terminado el trabajo (o más bien, las fuerzas, porque trabajo aún queda...) fuimos bajando poco a poco. Desde el camino se oían los gritos de las tortillas de patata que nos llamaban desde el frontón. Y la ensaladita y el txakoli, cómo no.

Antes de comer hicimos un poco de divulgación acerca de nuestra campaña 0plastik0, para concienciar acerca de la problemática de las basuras plásticas en el mar. Y repartimos unos folletos informativos y unas bolsas de tela para que podamos olvidarnos de las de usar y tirar. 

No nos queda más que agradecer a todo el mundo su interés, sus ganas y su entrega. Sois las mejores voluntarias y voluntarios que nuestros bosques pueden desear.

Eskerrik asko!

¡Nos vemos en la próxima!

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