Este pasado domingo 29 de septiembre tuvo lugar la primera de las salidas organizadas por la entidad bancaria Kutxabank, que por medio de la realización de un sorteo ha premiado a cerca de un centenar de personas que tienen domiciliada su nómina en dicha entidad con una salida en barco para ir a la búsqueda de cetáceos y aves marinas. Desde la Fundación Lurgaia sólo nos teníamos que ocupar del resto, la organización de una salida para disfrutar de un magnífico día, poniendo a los mejores guías, entre biólogos marinos, cetólogos y ornitólogos, a disposición de los ganadores, para darles a conocer a estos maravillosos animales y poder así descubrir un poquito más de ellos y, con ello, aumentar la concienciación sobre unos animales, en muchos casos, amenazados y con serios problemas de conservación.
El Golfo de Bizkaia es uno de los mejores sitios del mundo para ver aves marinas y cetáceos. En el caso de los cetáceos, en el golfo nos podemos encontrar hasta 24 especies diferentes, aunque en nuestras aguas once de ellas son las protagonistas; entre los "delfines" (llamados "odontocetos", que suelen ser de pequeño tamaño, con excepciones, con dientes y un solo orificio para respirar) nos encontramos con la marsopa común (Phocoena phocoena), el delfín común (Delphinus delphis), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el delfín mular (Tursiops truncatus), el calderón gris (Grampus griseus) y el calderón común de aleta larga (Globicephala melas), el zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), las orcas (Orcinus orca) y el cachalote (Physeter macrocephalus), y entre las "ballenas" (llamadas "misticetos", de mayor tamaño, con barbas y dos orificios para respirar) podemos encontrar al rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata) y al rorcual común (Balaenoptera physalis).
Gráfico de las especies de cetáceos más comunes en nuestras aguas
En el caso de las aves marinas, siendo esta época del año especialmente buena para su observación, dado el mayor número de especies existentes, las posibilidades se multiplican en cuanto al número de diferentes especies que podíamos encontrarnos.
Lámina de aves marinas de SEO / Birdlife
Los pronósticos eran inmejorables, buena temperatura, buena mar, poco viento, escasa ola, con lo que con toda la ilusión del mundo, y después de una charla inicial de introducción de la salida que íbamos a llevar a cabo, las características del Golfo de Bizkaia y su importancia como hábitat de gran interés para cetáceos y aves marinas, además de dar unas pequeñas instrucciones sobre cómo desenvolverse por el barco y cómo entre todos podíamos ayudar a buscar y localizar a los diferentes animales, embarcamos en el espectacular Hegaluze Barria para iniciar nuestra búsqueda durante cuatro horas de navegación a las 10:00 de la mañana rumbo norte.
La mañana empezaba con la aparición de los primeros peces luna (Mola mola) que se dedicaban a dar saltos a nuestro paso y con la aparición de los primeros Alcatraces atlánticos (Morus bassanus), que con su envergadura de cerca de 2 metros y con sus diferentes coloraciones, desde los juveniles con sus preciosas tonalidades marrones, pasando por subadultos de color blanco y alas dibujadas con teclas de piano, hasta los espectaculares adultos con su resplandeciente plumaje blanco y su cabeza amarilla, nos iban haciendo el viaje muy ameno.
En menos de una hora, las primeras aletas aparecieron en el horizonte. Un pequeño grupo de unos 12-15 Delfines comunes de hocico corto (Delphinus delphis), con crías entre los adultos siempre bien pegadas a sus madres, nos acompañaron durante la navegación, pudiendo disfrutar de ellos de una manera muy relajada en todo momento, a pesar de que no nos deleitaron con algunos de esos saltos tan impresionantes que pueden llegar a dar. Estos delfines, son fáciles de identificar por su coloración negra en la parte dorsal y su característico dibujo de 8 o de reloj de arena tumbado en los costados, de color amarillo hacia la cabeza y más grisáceo hacia la cola, pudiendo alcanzar un máximo de 2,70 metros de longitud y un peso de unos 110 kilos.
Nuestros navegantes sin perder ojo de los delfines comunes que rodeaban el barco
Después de un buen rato con ellos, donde los animales se mostraron en todo momento sumamente tranquilos, una cortina de lluvia hizo su aparición y durante unos 20 minutos, nos refugiamos en el centro del barco sin perder en ningún momento de vista el horizonte. Mientras tanto, algunos atunes rojos (Thunnus thynnus) daban saltos a nuestro paso y diferentes aves marinas iban haciendo su aparición. Durante las cuatro horas de navegación, además de los ya comentados alcatraces, pudimos observar Gaviotas patiamarillas (Larus michaellis), Gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) y Gavitoas sombrías (Larus fuscus), Pardelas baleares (Puffinus mauretanicus) y Pardelas sombrías (Puffinus griseus), un pequeño Paíño y un Págalo que no pudieron ser identificados, varios Charranes, entre ellos Charrán patinegro (Sterna sandvicensis) y un grupito de cuatro Negrones comunes (Melanitta nigra) posados en el agua. Además, también fueron vistas otras aves terrestres, como una impresionante Garza real (Ardea cinerea), varios paseriformes, una Avefría europea (Vanellus vanellus) y una Golondrina común (Hirundo rustica).
De nuevo nos sorprendía la aparición de un nuevo grupo de unos 40-50 Delfines comunes de hocico corto (Delphinus delphis), en grupitos dispersos, también con multitud de crías entre los adultos. En esta ocasión también nos deleitaron con su acercamiento al barco, con lo que no podíamos pedir más.
Y encima, nos deleitaron con su cercana presencia pegados al barco
Ya de camino a Bermeo, nuevas espumas a lo lejos nos avisaban de la presencia de un nuevo grupo de cetáceos; lamentablemente, la distancia a la que se encontraban y la difícil localización de los mismos de nuevo, hizo que se desestimara ir en su búsqueda, con lo que nunca sabremos con qué especie nos hubiéramos podido encontrar.
Por lo demás, y ya muy cerca de Bermeo, mientras apreciábamos las impresionantes vistas del Cabo Matxitxako, San Juan de Gaztelugatxe y el islote de Aketx, y la isla de Izaro con los impresionantes acantilados de Ogoño de fondo, navegaba en superficie una tintorera (Prionace glauca), un estilizado tiburón que puede alcanzar los 3 metros de longitud, aunque sólo unos pocos pudimos disfrutar de él.
La salida llegó a su fin, y con ello, el barco desembarcó de nuevo en Bermeo, y por primera vez, sin un solo navegante mareado!!!. Después de la foto oficial del grupo, un agradecido lunch de pintxos fríos y calientes nos esperaba en el puerto de Bermeo, con lo que el día no podía acabar mejor, y más con el buen ambiente y el interés que se respiró durante toda la jornada.
En definitiva, y teniendo en cuenta que este próximo domingo día 6, si el tiempo nos lo permite, volveremos a la mar con nuevos navegantes afortunados en el sorteo Kutxabank, sólo esperamos que todos los que nos acompañen ese día puedan disfrutar de estos fantásticos animales salvajes en su medio natural.
¡¡¡Muchas gracias a todos!!!
¡¡¡Hasta la próxima!!!
Os hacemos saber que, además de las diferentes formas de colaboración con la Fundación Lurgaia (voluntariado, tienda de camisetas, socios, ...), como clientes de Kutxabank, podéis colaborar con la Fundación Lurgaia por medio de la nueva Visa Nakar Lurgaia. Solo tenéis que solicitarla en vuestra oficina Kutxabank más cercana y de este modo, y sin daros cuenta, nos estaréis ayudando en la conservación del medio ambiente.
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Felicitaros por vuestro maravilloso reportaje, y animar al público a que solicite la Visa Nakar Lurgaia, que me parece preciosa y sirve para alimentar una MUY BUENA CAUSA.
ResponderEliminarMuchas gracias Isaura... Y la buena causa que dices, es gracias a todos vosotros, y gracias a cualquiera de la maneras con las que colaboráis con la fundación... Tenlo en cuenta.....
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