lunes, 29 de julio de 2013

Excelente trabajo de los voluntarios en Ogella


Después de la buena acogida y el buen sabor de boca que esta actividad tuvo el año pasado, este pasado sábado 27 de julio volvimos a poner en marcha diferentes actuaciones para continuar con las acciones de conservación y puesta en valor del litoral en un lugar muy especial, para muchos todavía desconocido y con una riqueza asombrosa de gran variedad de especies de fauna y flora marinas, como es la rasa intermareal de Ogella en Ea-Ispaster (Bizkaia).


Vista general de la rasa intermareal de Ogella en Ea - Ispaster


Las rasas intermareales son enclaves de gran interés ecológico. Se trata de zonas que se encuentran bajo la influencia del mar pero que, a su vez, en los períodos de bajamar quedan expuestas de modo que sus condiciones ambientales varían mucho en muy poco tiempo, por lo que los organismos deben estar adaptados a estas condiciones tan cambiantes. Al bajar la marea quedan al descubierto numerosas y amplias zonas rocosas, así como charcas intermareales de diferente profundidad. En estos ambientes se encuentran representadas las principales comunidades biológicas características de los niveles intermareales y submareales someros típicos del litoral cantábrico. 


Con la bajada de la marea queda al descubierto la rasa de Ogella en todo su esplendor



La ensenada de Ogella y su rasa son visitadas durante todo el año por surfistas, buceadores y pescadores deportivos, y sobre todo en verano cuando se suman numerosos bañistas y usuarios en general, que por desconocimiento y falta de civismo, en ocasiones ponen en peligro el hábitat de importantes especies de fauna y flora marinas, principalmente con actuaciones directas, como por ejemplo, la contaminación de la misma con multitud de basuras de origen antrópico, especialmente, plásticos.

En la actualidad, existe una gran problemática asociada a los plásticos que vertemos en la naturaleza en todas sus variables y formatos. Noticias como la existencia de una enorme "isla o sopa de plásticos" en el noroeste del océano Pacífico, enfrente de las costas de Hawai, con una superficie de casi el doble del tamaño de E.E.U.U. y entre 10 y 30 metros de profundidad nos escandaliza, pero nadie se para a pensar, que aunque nos quede lejos, todos somos responsables de esta situación, que pone en graves problemas a la flora y fauna marina,especialmente a tortugas, aves marinas, peces y mamíferos marinos, y por lo tanto, al ecosistema marino en su totalidad, y en el caso de los peces, incluso a nuestra propia salud. En la actualidad, ya han sido localizadas 11 "sopas o islas de plástico", destacando entre ellas, además de la del pacífico descubierta en 1997, una localizada en el oceáno Atlántico de grandes dimensiones. En ese sentido, Ogella, como el resto de la costa, no se libra de la existencia de multitud de plásticos que van quedando depositados entre sus rocas, y que con seguridad, tarde o temprano volverán a la mar, formando parte de esa marea plástica que tanto daño está causando.


Además de los diferentes residuos, en algunos charcos de Ogella nos podemos encontrar 
pequeñas sopas de plástico de muy difícil eliminación


Con las diferentes actuaciones que se están poniendo en marcha en este proyecto se busca la puesta en valor de la rasa intermareal de Ogella, como punto de partida en la conservación y protección de este valioso ecosistema, y gracias a pequeñas acciones como ésta, al ecosistema marino en su totalidad. Por ello, el pasado sábado, durante esta nueva jornada de voluntariado ambiental, se pusieron en marcha dos actuaciones complementarias. La primera actuación, con un objetivo claro, era la eliminación de la rasa de todos los plásticos existentes a lo largo de 1.3 km de longitud, en un área de cerca de 4 hectáreas, así como restos de cuerdas, redes, aparejos y otras basuras.Y en segundo lugar, dar a conocer in situ la importancia de este valioso ecosistema de gran interés ecológico, la problemática asociada, la necesidad de protección que tiene y descubrir la gran riqueza del lugar como hábitat de importantes especies de fauna y flora marinas, como por ejemplo el alga endémica Fucus chalonii, cuyas dos únicas poblaciones conocidas en el mundo se localizan en Andagorria en Hendaya, Francia (a día de hoy desaparecida) y en la rasa de Ogella, además de otras especies de algas, entre otras Padina pavonica, Cystoseira tamariscifolia, Ulva lactuca, Gelidium sesquipedale, Dictyota dichotoma, Codium tomentosum, Corallina elongata, además de disfrutar de multitud de especies de fauna marina, como estrellas de mar, ofiuras, holoturias, anémonas, actinias, erizos, numerosos crustáceos y moluscos, tunicados, peces como chicharritos y salpas, pulpos o los preciosos nudibranquios como el endemismo cantábrico Hypselodoris cantabrica

Mientras esperábamos a que la marea nos diera paso a la rasa para empezar a trabajar, y después de una charla inicial donde se explicaron varios aspectos biológicos y ecológicos de la rasa, la problemática asociada a los plásticos que tiene y todas las instrucciones y recomendaciones necesarias para organizar el trabajo durante la jornada , nos pusimos manos a la obra.

Durante la charla, esperando a que empezara a bajar la marea



Durante toda la mañana, además de limpiar la rasa, nos daba tiempo a hacer 
algunas paraditas interesantes para conocer la fauna y flora de la rasa


Después de la paradita para comer, los voluntarios tuvieron un poquito de tiempo libre para enredar en los diferentes charcos, buscar flora y fauna interesante e incluso, para darse algún baño...

Todos ayudando a preparar la comida...

Y después de comer... a descubrir la rasa con sus habitantes... 
aunque este año no hubo tanta suerte en este sentido...


Con una alta participación, los más de 40 voluntarios que nos acompañaron el sábado, trabajaron estupendamente a lo largo de toda la rasa eliminando todos y cada uno de los plásticos, restos de redes y aparejos, así como otro tipo de residuos. El resultado fue inmejorable... Fueron acumuladas y retiradas 21 bolsas de tamaño industrial llenas de enormes cantidad de plásticos, de todas las variedades, tipos, formas y colores, redes de pesca, cuerdas, ..., además de otros objetos como bidones, bandejas de pescado, barbacoas, tubos de obra, ..., en fin, todo tipo de sorpresas... 

De todo!!!


Todos los restos fueron sacados de la rasa a un punto donde serán recogidos 
con la colaboración de los servicios de limpieza del ayuntamiento de Ea 


Sólo nos queda, como siempre...
agradeceros la participación y el esfuerzo...

¡¡¡Un trabajo excelente!!!

Y un pequeño granito de arena pero 
¡¡¡muy importante!!!



¡¡¡Muchas gracias a todos!!!


Y como siempre os recordamos..., que en tierra firme, 
la campaña "CONTIGO MÁS ÁRBOLES"
sigue abierta...




¡¡¡A disfrutar del verano... y a descansar mucho!!!

Que después del verano nos ponemos de nuevo en marcha... ¡¡¡con más actividades!!!



lunes, 15 de julio de 2013

¿Te vienes a Ogella en la próxima jornada de voluntariado ambiental?


Después de la buena acogida y el buen sabor de boca que la próxima actividad de voluntariado ambiental que os tenemos preparada para el próximo sábado 27 de julio dejó el año pasado, con la realización de varias actuaciones y actividades, este año volvemos a poner en marcha actuaciones para continuar con las acciones de conservación y puesta en valor del litoral en un lugar muy especial, para muchos todavía desconocido y con una riqueza asombrosa de gran variedad de especies de fauna y flora marinas, como es la rasa intermareal de Ogella en Ea-Ispaster (Bizkaia). 


Vista general de la rasa intermareal de Ogella en Ea - Ispaster


Las rasas intermareales son enclaves de gran interés ecológico. Se trata de zonas que se encuentran bajo la influencia del mar pero que, a su vez, en los períodos de bajamar quedan expuestas de modo que sus condiciones ambientales varían mucho en muy poco tiempo, por lo que los organismos deben estar adaptados a estas condiciones tan cambiantes. Al bajar la marea quedan al descubierto numerosas y amplias zonas rocosas, así como charcas intermareales de diferente profundidad. En estos ambientes se encuentran representadas las principales comunidades biológicas características de los niveles intermareales y submareales someros típicos del litoral cantábrico. 




Con la bajada de la marea queda al descubierto la rasa de Ogella en todo su esplendor



La ensenada de Ogella y su rasa son visitadas durante todo el año por surfistas, buceadores y pescadores deportivos, y sobre todo en verano cuando se suman numerosos bañistas y usuarios en general, que por desconocimiento y falta de civismo, en ocasiones ponen en peligro el hábitat de importantes especies de fauna y flora marinas, principalmente con actuaciones directas, como por ejemplo, la contaminación de la misma con multitud de basuras de origen antrópico, especialmente, plásticos.

En la actualidad, existe una gran problemática asociada a los plásticos que vertemos en la naturaleza en todas sus variables y formatos. Noticias como la existencia de una enorme balsa o sopa de plásticos en el noroeste del océano pacífico, con una superficie de 3,43 millones de kilómetros cuadrados (un tercio de la superficie de Europa) nos escandaliza, pero nadie se para a pensar, que aunque nos quede lejos, todos somos culpables de esa situación, que pone en graves problemas a la flora y fauna marina, y por lo tanto, al ecosistema marino en su totalidad. En ese sentido, Ogella, como el resto de la costa, no se libra de la existencia de multitud de plásticos que van quedando depositados entre sus rocas, y que con seguridad, tarde o temprano volverán a la mar, formando parte de esa marea plástica que tanto daño está causando.



Además de los diferentes residuos, en algunos charcos de Ogella nos podemos encontrar pequeñas sopas de plástico de muy difícil eliminación



Con las diferentes actuaciones que se están poniendo en marcha en este proyecto se busca la puesta en valor de la rasa intermareal de Ogella, como punto de partida en la conservación y protección de este valioso ecosistema. El año pasado se llevaron a cabo diferentes jornadas de voluntariado ambiental, complementarias entre sí, con dos objetivos claros. En primer lugar, dar a conocer in situ la importancia de este valioso ecosistema de gran interés ecológico, la problemática asociada, la necesidad de protección que tiene y descubrir la gran riqueza del lugar como hábitat de importantes especies de fauna y flora marinas, como por ejemplo el alga endémica Fucus chalonii, cuyas dos únicas poblaciones conocidas en el mundo se localizan en Andagorria en Hendaya (Francia) y en la rasa de Ogella, además de otras especies de algas, entre otras Padina pavonica, Cystoseira tamariscifolia, Ulva lactuca, Gelidium sesquipedale, Dictyota dichotoma, Codium tomentosum, Corallina elongata, además de disfrutar de multitud de especies de fauna marina, como estrellas de mar, ofiuras, holoturias, anémonas, actinias, erizos, numerosos crustáceos y moluscos, tunicados, peces como chicharritos y salpas, pulpos o los preciosos nudibranquios como el endemismo cantábrico Hypselodoris cantabrica. En segundo lugar, la jornada de voluntariado ambiental tiene un objetivo claro, la eliminación de la rasa de todos los plásticos existentes a lo largo de 1.3 km de la rasa, en un área de cerca de 4 hectáreas, así como restos de cuerdas, redes, aparejos y otras basuras. En ese sentido, el año pasado fueron retiradas 26 bolsas de basura de tamaño industrial, con una alta participación de voluntarios, con lo que esperamos que este año os animéis a colaborar, a conocer y a disfrutar de este fantástico lugar. Por lo tanto...




¿Te animas a participar en la próxima jornada de voluntariado ambiental el próximo sábado 27 de julio para dejar libre de plásticos la rasa intermareal de Ogella?



MUY IMPORTANTE:

  • A pesar de que Ogella tiene una pequeña playa de arena, la mayor parte del tiempo vamos a estar andando por las rocas, por lo tanto se aconseja llevar calzado adecuado "no resbaladizo" para andar por ellas y, además, que no haya problemas para meterse con el calzado por los charcos, por ejemplo, escarpines, sandalias cerradas, zapatillas viejas o botas viejas que no importe mojar...
  • Dado que tendremos ratos para comer y disfrutar del lugar, se puede llevar toalla, bañador... y para los más atrevidos gafas de bucear, tubo...
  • Se recomienda ropa cómoda, preferiblemente pantalones cortos o similar, o directamente con el bañador... Eso sí, tener en cuenta que hay que llevar ropa conveniente para también estar trabajando en la recogida de residuos, que será la actividad principal de la jornada.
  • Muy importante gorro, gafas de sol y protección solar.


La jornada será de todo el día y, tanto la comida como todo el material necesario correrá a cargo de la Fundación Lurgaia, por ello, es obligatoria la inscripción, para poder organizar la jornada lo mejor posible y así poder disfrutarla.

En esta ocasión, y como el año pasado, pondremos a disposición de los voluntarios un autobús de manera gratuita desde la estación de termibús en Bilbao. Quedaremos a las 9:00 en la parada de autobús habitual para las excursiones de la fundación en Termibús en Bilbao, y dependiendo de las necesidades se podría realizar alguna parada más de camino a Ogella. La idea es estar de vuelta en Bilbao sobre las 18:00-19:00.

Os recordamos que LA INSCRIPCIÓN ES OBLIGATORIA. Para ello, ponte en contacto con nosotros a través del correo electrónico de la fundación info@lurgaia.org.  En ese sentido, haznos saber por favor si vas a venir en autobús con nosotros desde Bilbao o vas a ir por tu cuenta en coche, así podremos organizarnos también y daros determinados consejos. Así mismo, todas las dudas y preguntas que podáis tener, aquí estamos para intentar solventarlas...


¡¡¡Anímate a participar!!!  
¡¡¡Te esperamos!!!



Y como siempre os recordamos...,
la campaña "CONTIGO MÁS ÁRBOLES"
sigue abierta...



martes, 9 de julio de 2013

De nuevo, un encuentro muy esperado, pero no para todos

Este pasado domingo tuvo lugar la segunda de las excursiones de este año 2013 que desde la Fundación Lurgaia se organizan todos los años para dar a conocer el patrimonio natural de nuestro entorno. En esta ocasión, nuestro destino era el puerto de Bermeo, desde donde abandonábamos tierra firme para, durante cuatro horas de navegación a bordo del Hegaluze Barria por aguas del Golfo de Bizkaia, ir a la búsqueda de algunos de sus fantásticos habitantes, los cetáceos y las aves marinas.

Hegaluze Barria (www.hegaluze.com)



El Golfo de Bizkaia es uno de los mejores sitios del mundo para ver aves marinas y cetáceos. En el caso de los cetáceos, en el golfo nos podemos encontrar hasta 24 especies diferentes, aunque en nuestras aguas once de ellas son las protagonistas; entre los "delfines" (llamados "odontocetos", que suelen ser de pequeño tamaño, con excepciones, con dientes y un solo orificio para respirar) nos encontramos con la marsopa común (Phocoena phocoena), el delfín común (Delphinus delphis), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el delfín mular (Tursiops truncatus), el calderón gris (Grampus griseus) y el calderón común de aleta larga (Globicephala melas), el zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), las orcas (Orcinus orca) y el cachalote (Physeter macrocephalus), y entre las "ballenas" (llamadas "misticetos", de mayor tamaño, con barbas y dos orificios para respirar) podemos encontrar al rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata) y al rorcual común (Balaenoptera physalis).


Gráfico de las especies de cetáceos más comunes en nuestras aguas


En el caso de las aves marinas, y aunque esta época del año no es especialmente buena para su avistamiento, dado el mayor número de especies existentes, las posibilidades se multiplican en cuanto al número de diferentes especies que podíamos encontrarnos.

Lámina de aves marinas de SEO / Birdlife



Dada la expectación que en años anteriores había tenido la excursión, tanto en 2011 como en 2012,  se volvieron a organizar dos viajes en barco, y se embarcaron  86 socios, colaboradores, voluntarios y amigos de la Fundación Lurgaia  repartidos en dos turnos, uno por la mañana y otro por la tarde. Los pronósticos eran inmejorables, buena temperatura, buena mar, poco viento, escasa ola, con lo que con toda la ilusión del mundo, empezó nuestra búsqueda a las 10:00 de la mañana rumbo norte.

Nota: Recuerda que si pinchas en cualquiera de las imágenes 
podrás verlas a mayor tamaño

Durante el turno de la mañana, y con todas las expectativas del mundo, salimos a navegar. En menos de una hora, el pronóstico del tiempo ya había fallado y nos encontrábamos ante una situación totalmente inesperada, un fuerte viento del oeste, nada habitual en nuestra costa, y un mar de fondo mayor del esperado que hacía que muchos empezaran a no poder disfrutar ni siquiera de la navegación. Durante cuatro horas, donde cada vez la mar empeoraba más y más, sólo pudimos ver algunas aves marinas, como Gaviotas patiamarillas (Larus michaellis), Pardelas baleares (Puffinus mauretanicus), Paíños europeos (Hydrobates pelagicus) y Alcatraces atlánticos (Morus bassanus), además de la presencia de varios grupos de bonitos que daban saltos y nos hacían mantener la ilusión y la expectación, un espectacular salto de atún rojo, y un esquivo  tiburón, que apareció y desapareció con la misma rapidez, y con la imposibilidad de poder disfrutar de él. Finalizada la mañana, y con gran pena, el resultado en cuanto a número de especies de cetáceos y aves marinas avistadas fue realmente malo, con lo que sólo obtuvimos y, sólo en algunos casos, el placer de la navegación. Una verdadera pena.



Los navegantes del turno de la mañana, que no pudieron disfrutar de los cetáceos y aves marinas, dado que la mala mar que nos acompañó toda la mañana, como se refleja en la última imagen, imposibilitaba la localización de los animales.



Las expectativas para el turno de la tarde no eran nada buenas, dado que la mar seguía igual. Todos los pronósticos habían fallado, y las caras de los futuros navegantes antes de embarcarse y después de conocer los resultados de la mañana, en algunos casos, eran todo un poema. A las 15:15 el barco zarpaba con las ilusiones un poco tocadas, pero ahí nos lanzamos a otras cuatro horas de navegación. De repente, y ante nuestro asombro, en apenas media hora todo cambió, el viento empezó a amainar, la mar de fondo cada vez se hacía menor y la mar se empezaba a convertir en una balsa de aceite poco a poco, con lo que por lo menos, la posibilidad que poder buscar e intentar localizar a los animales era perfecta.


Los navegantes del turno de tarde buscando sin parar cualquier pista, y, por fin, disfrutando...


Y por fin, el primer grupo de cetáceos hizo su aparición, un grupo muy disperso de un centenar de Delfines mulares (Tursiops truncatus) con crías entre ellos (a algunas se les podían ver las marcas alrededor del cuerpo de estar recién nacidas como se ve en la última de las fotos) y aunque al principio estaban un poco recelosos de nuestra presencia, nos dejaron durante un ratito poder disfrutar de ellos, e incluso se acercaron al barco, hasta que con numerosos coletazos con la aleta caudal sobre el agua nos comunicaban que nuestra presencia ya no era bienvenida, cosa muy habitual cuando están con crías, con lo que decidimos continuar nuestro camino. Estos delfines, con una coloración grisácea, pueden alcanzar hasta los 4 metros de longitud y tener pesos desde hasta cerca de 650 kilos en el caso de los machos, siendo las hembras un poco más pequeñas y ligeras.


Delfines mulares


Al de poco tiempo una nueva señal nos ponía en alerta. Se trataba de un enorme grupo de Delfines listados (Stenella coeruleoalba), que nos demostraron con creces su fama de acrobáticos, no estando quietos ni un sólo segundo y dando saltos impresionantes de gran altura y longitud, haciendo que mientras rodeaban el barco, no pudiéramos saber ni siquiera a donde mirar para perdernos el espectáculo lo menos posible. Estos cetáceos, de menor tamaño que los delfines mulares, y con unas preciosas coloraciones y con dos listas (líneas) muy representativas en ambos lados del cuerpo, pueden alcanzar los 2,70 metros de longitud y cerca de 150 kilos de peso.


 Delfines listados


De nuevo nos sorprendía la aparición de un gran grupo de Delfines comunes de hocico corto (Delphinus delphis), también con crías entre los adultos. Mucho menos acrobáticos que los impresionantes delfines listados, también se acercaron al barco, navegaron con nosotros y nos regalaron algunos saltos. Estos delfines, fáciles de identificar por su coloración negra en la parte dorsal y el dibujo de 8 (o de reloj de arena) tumbado en los costados de color amarillo y gris, son mucho más pequeños y ligeros que los delfines mulares y similares en cuanto a tamaño a los delfines listados, con un máximo de 2,70 metros de longitud y a un peso de unos 110  kilos.

Delfines comunes

Además, entre tanto grupo y salto, se detectaron dos ejemplares de Zifio común o de Cuvier (Ziphius cavirostris), una especie que vive en zonas de gran profundidad y altamente tímidos y esquivos. Después de detectarles e identificarles sin problemas, ambos ejemplares se sumergieron y desaparecieron, siendo sólo unos pocos los afortunados que pudieron ver sus aletas. Por lo demás, pudimos ver las mismas especies de aves marinas, algún bonito saltando y una tintorera (Prionace glauca), un estilizado tiburón que puede alcanzar los 3 metros de longitud. En resumen, una gran tarde con cuatro especies diferentes de cetáceos, tiburones, aves marinas...

Algunos hasta grabaron algunos momentos con el móvil y han querido compartirlos con todos vosotros... Muchas gracias...


(Pincha en la pestaña HD para ver a mayor calidad el vídeo)


El día llegó a su fin, y con ello, el barco volvió a desembarcar a los últimos navegantes. Haciendo un poco de memoria, durante la primera excursión de cetáceos y aves marinas del año 2011, durante el turno de mañana se pudo disfrutar de diferentes grupos de cetáceos mientras que el turno de la tarde se fue a casa con las manos vacías. El año pasado, y debido a la horrorosa mar, tuvimos que anular la salida, con la mala suerte que después de proponer una segunda fecha, el tiempo decidió que ese año no nos tocaba salir. Casualidades de la vida, este año 2013, las tornas han cambiado y el turno de la tarde ha sido el afortunado mientras el de la mañana no pudo tener su oportunidad. Muchos nos preguntáis cuando realizáis vuestras reservas ¿Pero cuando se ven más?, ¿Es mejor el turno de la mañana o de la tarde?, ¿Qué me recomiendas?... Como veis, cualquier respuesta que os pudiéramos dar no serviría de nada, porque la naturaleza y, en este caso concreto, la fauna salvaje en libertad, nos ha demostrado una vez más que... ¡¡¡es totalmente impredecible!!!.

En definitiva, al igual que en la salida del 2011, hubo encuentros muy esperados, aunque no para todos, con lo que sólo esperamos que la próxima vez todos los que nos acompañen ese día puedan disfrutar en condiciones de estos fantásticos animales.


¡¡¡Muchas gracias a todos!!!
¡¡¡Os esperamos en la próxima!!!