viernes, 16 de mayo de 2014

Artikutza, bosques y sistemas acuáticos de gran calidad


El pasado sábado 10 de mayo tuvo lugar la primera excursión del año 2014. Nuestro destino fue Artikutza, un enclave propiedad del Ayuntamiento de Donostia aunque situado en Navarra. En esta ocasión contamos con la colaboración de Arturo Elosegi, profesor del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad del País Vasco, experto en funcionamiento de ecosistemas fluviales y gran conocedor de Artikutza.


El mejor guía que podíamos tener...


Este espacio, inicialmente propiedad de la Colegiata de Santa María de Roncesvalles, fue sufriendo cambios de titularidad hasta que, en 1919, fue comprado por el Ayuntamiento de Donostia para garantizar el abastecimiento de agua de calidad a la ciudad. Para ello se construyó una amplia red de tuberías y canales, que aprovechaba el agua de todos los manantiales, y se prohibieron todas las actividades susceptibles de contaminar el agua: explotaciones forestales, mineras, presencia de ganado, acceso de personas y ocupación humana.

En un día con el cielo prácticamente despejado, tras salir de Bilbao a primera hora de la mañana y un tramo final por intrincadas carreteras, llegamos a Eskas, donde se sitúa la casa del guarda. Desde este punto comenzamos propiamente la salida de campo, primero andando por la carretera y luego por un sendero por el interior del bosque. Arturo nos explicó la historia de este enclave y cómo, gracias a la ausencia de actividades humanas, ha alcanzado unas excelentes condiciones ecológicas, tanto de los hábitats forestales como de los sistemas acuáticos


El bosque de Artikutza 
(A través de los ojos de nuestra socia y colaboradora Mireia Valle)


Llama la atención la gran cantidad de madera muerta, tanto en árboles aún erguidos como en ramas y troncos caídos. La madera muerta es de extraordinaria importancia para numerosos grupos de organismos, que encuentran en ella un recurso vital. Por ello, la presencia de abundante madera muerta en los bosques es uno de los indicadores de su calidad. Cabe destacar además la aportación de los árboles trasmochos, muy abundantes en Artikutza, a la creación  de nichos ecológicos diversos y, por lo tanto, a la diversidad biológica. También para los sistemas acuáticos resulta fundamental la presencia de madera en el cauce, que aporta complejidad estructural, regula los procesos de transporte y sedimentación de material particulado, aporta alimento y mejora el metabolismo de los ríos y arroyos. A lo largo del recorrido pudimos apreciar cómo Artikutza presenta una complejidad estructural muy alta, lo cual implica una elevada biodiversidad. Entre los habitantes “ilustres” de este enclave destaca el Desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), peculiar mamífero amenazado, endemismo ibérico con poblaciones reducidas y en declive desde hace décadas. Hablando de fauna, pudimos observar un ejemplar de buen tamaño de culebra de collar (Natrix natrix), que Arturo atrapó entre la hojarasca.

Llegamos al barrio de Artikutza, tras visitar el embalse de Enobieta, a la hora de comer. Pudimos disfrutar de un entorno de extraordinaria tranquilidad (por cierto, ¡sin cobertura telefónica!) y de una temperatura sumamente agradable. Lo habitual en esta zona son los días lluviosos y con niebla y, de hecho, este área recibe las precipitaciones medias anuales más altas de toda la Península ibérica.

El recorrido de vuelta lo realizamos por el camino que discurre por el antiguo trazado del ferrocarril minero. En este escabroso entorno resulta difícil imaginar un tren avanzando por laderas de tan elevada pendiente. Observamos también los vestigios de una antigua cantera para la fabricación de ruedas de molino. Ya de vuelta en Eskas, y tras la indispensable foto del grupo, salimos de vuelta a Bilbao.

Así nos lo pasamos...



¡¡¡Un gran día para aprender y disfrutar!!!


Para una entidad como la nuestra, tan decididamente implicada en la conservación de los bosques, esta excursión nos ha permitido conocer uno de los ambientes forestales mejor conservados; en Europa son muy escasos los bosques templados con tan buen estado de conservación, fruto de la casi total ausencia de actividades humanas durante un siglo y  de una gestión hídrica integrada y con una visión ecológica.

Como siempre, el ambiente entre todos los asistentes fue excelente. Como lo fueron las explicaciones de Arturo, ejemplo de que la actividad científica de calidad alcanza todo su sentido cuando se pone al servicio de la gestión. 


¡¡¡Eskerrik asko, Arturo!!!

¡¡¡Y muchas gracias a todos!!!

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