El pasado sábado, 20 de junio, nos volvimos a acercar al arroyo Amunategi, en Busturia, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, para continuar con las labores de conservación de este proyecto de restauración que se dio inicio en el año 2003 y donde gracias a la herramienta de la Custodia del Territorio estamos recuperando el bosque autóctono en cerca de 30 hectáreas. El trabajo fundamental de la jornada consistía en el control del rebrote del eucalipto, tarea para la que se acercaron a este precioso enclave cerca de una veintena de voluntarios.
Siempre las explicaciones previas...
Por la mañana nos dedicamos a cortar manualmente, con hachas de poda, el rebrote del eucaliptar de 3 hectáreas a cuya custodia accedimos el año pasado tras su tala. Para esta tarea, con la finalidad de evitar que los eucaliptos no se desarrollen de nuevo, en nuestra filosofía de trabajo nunca hemos utilizado ningún tipo de herbicidas, ni siquiera el tan denostado ahora glifosato, sino que con un poco de perseverancia de entre 1 a 3 años, la totalidad de las plantas se debilitan y finalmente mueren. Además, también se procedió a la eliminación de las innumerables plántulas de eucalipto crecidas de manera semilla y de manera espontánea en el terreno, circunstancia que nos habla bien a las claras de la necesidad de incluir a esta especie, de una manera más clara, dentro de los catálogos de especies exóticas invasoras.
Gran trabajo de los voluntarios...
Que además de controlar el rebrote de los tocones,
también estaban los ejemplares provenientes de semilla...
Y aunque no se aprecie bien, espectacular el antes y el después!!!
Acabada la jornada matinal, antes de degustar la comida y los postres hechos por los voluntarios y a petición de éstos, nos acercamos a ver uno de esos rincones que no aburren nunca: la cascada de Woodwardia radicans localizada aguas arriba del arroyo. Se trata de un sitio especial, con una población enorme y espectacular de este helecho que nos llegó hace miles de años procedente de Macaronesia y que ocupa, de forma dispersa, barrancos de la cornisa cantábrica.
Woodwardia radicans
Tras la comida continuamos brevemente el trabajo de control y visitamos algunas de las zonas en las que venimos trabajando desde hace ya más de diez años. Toda la jornada se desarrolló, como siempre, en un fenomenal ambiente, con gente con ganas de trabajar, de aprender y de disfrutar de un día en que hasta la meteorología acompañó.
Muchas gracias a todos!!!
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