Este pasado sábado nos hemos acercado, a petición del ayuntamiento de Ea, a la rasa intermareal de Ogella con el objetivo de que los habitantes de esta localidad costera contemplen un ecosistema único desde un punto de vista diferente al que tradicionalmente han tenido. Y es que la costa en nuestra tierra es y ha sido lugar de baño, de pesca o de paseo, pero en muy contadas ocasiones ha sido tenida en cuenta como un espacio natural extraordinariamente biodiverso del que disfrutar con su contemplación, estudio o conservación.
La rasa intermareal de Ogella, ubicada en los municipios de Ea e Izpaster en la costa vizcaína, y a la que la Fundación Lurgaia ya ha realizado varias visitas en excursiones organizadas a lo largo de los años, tiene una longitud aproximada de 3 kilómetros (entre las puntas de Apikale y Arrakulu) y presenta, entre otros muchos valores, la presencia del alga endémica Fucus chalonii.
Durante tres horas, y tras una charla inicial de la formación, la evolución y el interés ecológico que presentan las rasas intermareales, se dio a conocer la gran biodiversidad que presentan estos ecosistemas, donde especies de fauna y flora marinas se enfrentan a unas condiciones ambientales muy cambiantes a lo largo del día. Para ello, disfrutamos entre las charcas intermareales de equinodermos como holoturias, erizos, estrellas u ofiuras, diferentes crustáceos, como escarras o cangrejos de porcelana peludos, moluscos como la oreja de mar, el pulpo o los nudibranquios, cnidarios como las anémonas o los tomates de mar, así como de las múltiples especies de algas existentes en la zona.
Esperamos que con esta visita, la visión de la rasa intermareal de Ogella como lugar de esparcimiento exclusivamente haya cambiado, aunque sólo sea un poquito, y esto se convierta en un punto de partida en la conservación y protección de este valioso ecosistema.
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