Este pasado sábado, día 8 de octubre, tuvo lugar la cuarta y última de las excursiones de este año 2011, que desde la Fundación Lurgaia organizamos todos los años para dar a conocer el patrimonio natural y cultural de nuestro entorno. En esta ocasión, nuestro destino fue la Sierra de Atapuerca y la ciudad de Burgos; el objetivo era conocer algo más de nuestra propia historia y hacerlo en los lugares que han sido escenario, durante las últimas décadas, de espectaculares hallazgos arqueológicos y paleontológicos de gran relevancia mundial.
Como el día iba a ser muy intenso tocó madrugar para poder llegar a Ibeas de Juarros, nuestro primer destino, hacia las 10:30. El día salió frío y nublado, y la lluvia, aunque no muy intensa, nos acompañó durante parte de la mañana. Tras incorporar a Lidia, nuestra guía, comenzamos la visita en los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Allí, a comienzos del siglo XX, las obras de la trinchera del ferrocarril dejaron al descubierto cuevas y oquedades hasta entonces desconocidas. No fue, sin embargo, hasta los años 70, cuando comenzaron a llevarse a cabo estudios paleontológicos que produjeron hallazgos de restos humanos de gran antigüedad.
La riqueza de restos de esta zona, que se sitúa entre los enclaves paleoantropológicos más relevantes a nivel mundial, se debe tanto a su situación estratégica, en pleno corredor de la Bureba, como a la diversidad y abundancia de alimentos que ha proporcionado históricamente y a las favorables condiciones geológicas y meteorológicas; en la Sierra de Atapuerca predominan las formaciones cársticas, ideales para la preservación de fósiles y para su estudio.
En los diferentes yacimientos de la sierra se han encontrado evidencia de la presencia de cuatro o cinco especies distintas de homínidos: una especie de Homo aún sin clasificar, Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neandertalensis y Homo sapiens. Además de la gran cantidad de restos encontrados, destaca el excelente estado de conservación de algunos de ellos, como el Cráneo número 5 de la Sima de los Huesos o la pelvis popularmente conocida como Elvis. Todos estos hallazgos han supuesto una gran contribución en la interpretación de la evolución humana y están permitiendo profundizar también en el conocimiento de la vida y costumbres de nuestros antepasados homínidos.
Los yacimientos visitados fueron la Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina. De especial interés es el hecho de que en la Sima del Elefante se han encontrado los restos humanos más antiguos de Europa Occidental, datados en unos 1.300.000 años aproximadamente; corresponden al género Homo pero aún no han sido asignados a una especie concreta.
Posteriormente visitamos, desde el pueblo de Atapuerca, el Parque Arqueológico (centro de interpretación de la Prehistoria). Allí conocimos sobre todo la forma de vida de nuestros antepasados: la forma en que fabricaban herramientas, cómo construían sus viviendas, cómo se relacionaban, sus expresiones artísticas y simbólicas, cómo dominaban el fuego, cómo empleaban los instrumentos de caza, etc. Algunos comprobaron personalmente la dificultad de manejar las herramientas de caza que usaban los antiguos pobladores de la Sierra.
A continuación nos dirigimos a la ciudad de Burgos, donde, tras la pausa para la comida, realizamos la visita al Museo de la Evolución Humana, donde se exhiben los originales de los principales restos hallados en los yacimientos. Resulta emocionante situarse, frente a frente, ante un cráneo de un humano (algo distinto a nosotros, pero no tanto como a veces creemos) que habitaba estas mismas tierras hace 500.000 años.
Hacia las 18:00, un tanto cansados ya por la intensidad de la jornada, tomamos el autobús para el viaje de vuelta a Bilbao.
Cabe destacar que a pesar de que en esta excursión llenamos un autobús grande, hubo personas que no pudieron acompañarnos por falta de plazas. Lo sentimos por ellos porque es nuestra intención que todos los interesados puedan participar en estas excursiones.
Como siempre, os agradecemos vuestro interés y participación. Y agradecemos también a Lidia, nuestra guía, por su afabilidad, por las excelentes explicaciones y por su interés en responder a todas nuestras preguntas.
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